El mayor activo de un emprendedor está en su cabeza. No me refiero a sus ideas, sino a su capacidad de sacar adelante un negocio y nunca darse por vencido. El camino es largo y muchas veces podemos sentirnos derrotados, pero es ahí cuando uno se tiene que levantar con más fuerza y aprender de los errores cometidos. Muchas personas creen que el desarrollo personal no tiene nada que ver con un emprendimiento exitoso pues creen que solo se necesita educación y mucha suerte.
La psicología es un factor muy importante a la hora de hablar de emprendimientos, el Mindset o mentalidad emprendedora es fundamental para un buen desarrollo profesional. Muchas veces un negocio no crece debido a las inseguridades que proyectamos en él, las más comunes son las siguientes:
Tu vocecita interna te dice que no vales lo suficiente para poner esos precios.
Tu facturación es inestable y no sabes si llegarás a fin de mes.
Es tu primer producto creado y tienes miedo de que a tus clientes no les guste.
Tu familia y amigos cercanos te dicen que tendrías que buscarte un trabajo normal y seguro.
Como vemos un Mindset débil y poco preparado puede llevar nuestro negocio a la ruina por lo que es indispensable tener una mentalidad emprendedora poderosa. Existen tres áreas que tienes que cuidar muchísimo desde el inicio para tener esta mentalidad. Así que lee con atención porque están son las claves del éxito:
Visión clara de tu mente emprendedora
Me refiero a tener clara y detallada la meta a la que quieres llegar con tu proyecto. Ordena tu mente y ten claro cuál es tu propósito y tu verdadera pasión. Esto puede ayudarte ya que es justo ahí cuando tu mente se relaja y empieza a tener una visión más panorámica y controlada de tus pasos, la certidumbre ampliará tu seguridad y el estrés limitador desaparecerá.
TIP: Detalla en un papel cómo sería tu empresa con todo lujo de detalles y resume en una hoja las características de la persona en la que te has de convertir para estar alineado con esa visión empresarial.
Optimiza tus creencias
Las creencias son el filtro de cómo percibimos nuestra vida y son estas las que definen, muchas veces, el éxito de un negocio. Potencia tus creencias positivas y elimina las negativas.
Si crees que emprender no trae estabilidad económica, al final esa creencia te somete y no harás lo que tengas que hacer para estabilizar tu negocio, ya que crees eso y eso tiene que pasar según tu creencia. Para cambiar esto es necesario bombardearte de conocimiento, personas, formaciones, lecturas, eventos y otras cosas que estén relacionadas con tu visión y objetivos. Esto lo que va a hacer es que tu mentalidad emprendedora vaya adoptando una forma de ser más ganadora y que no te sabotee cada dos por tres.
TIP: Piensa las nuevas creencias que te gustaría tener y bombardéate para acabar por convertirte en aquello que crees.
Percepción positiva de uno mismo
Valórate porque eso va quedar reflejado en tu proyecto. Si uno duda de sí mismo y no se ve con buenos ojos ¿por qué los demás lo harán?
Existirán muchas situaciones que te van a exigir creen en ti y en quien eres y si no estás preparado serás derrotado con facilidad por ti mismo. Trabaja duro en tu coherencia radical, me refiero a que tengas claro que es correcto para ti y luches para que se cumpla. Nunca te falles porque eso solo hace que tu percepción individual se afecte y no tengas claro quien eres. El autoestima es muy importante a la hora de emprender cualquier camino conocerte y sentirte capas es básico para desarrollarte en cualquier ámbito.
TIP: Práctica la coherencia sobre ti mismo tanto en tus acciones personales como profesionales o afectará negativamente al desarrollo de tu negocio.
Referencias:
imagen tomada de www.pngjoy.com: https://www.pngjoy.com/pngl/470/8128874_psicologia-cerebro-animado-fondo-transparente-hd-png-download.png
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