LECCIONES DE ÉXITO: ILARIA

ILARIA
Del emprendimiento al éxito

Una de las historias de emprendimiento más bonitas y exitosas de nuestro país es la de la marca Ilaria, creada en 1992 y que ha crecido de manera impresionante a lo largo de los años, llegando a tener sucursales en diversos países de la región y cerca de 40 tiendas y puntos de venta en el Perú. Una historia que empezó en una casa.

Fotos: Website e Instagram de Ilaria

 

La visión de Ilaria Perú está clara en la definición que hace ca sobre sí misma y que figura en su página web: “(...) sinónimo de elegancia, calidad y diseño. Esta crece en su preferencia en el país encontrando siempre el gusto y las necesidades del cliente local, mientras que en el extranjero se ha vuelto un referente del Perú y su trabajo en plata”. Todo lo que afirma la marca es cierto, y podríamos añadir que fue pionera en poner la plata en un alto nivel en la categoría de joyas, pues cuando empezó, el oro marcaba la pauta en lo que a refinamiento en joyas se refiere en nuestro país. Hasta ese entonces, la plata era vista como un material menor en el mundo de la joyería, y más bien relegado a ser usado en marcos de fotos y piezas de uso especial o de adorno, como la cubertería de plata, los jarrones y hasta los pequeños regalos -como las cucharitas de plata- que se hacían para celebrar la llegada de un bebé.

Lo anterior es muy imporante porque Ilaria supo cambiar el concepto que manejábamos sobre joyería sofisticada, de vanguardia y de clase. Hay un antes y un después en el mercado de la joyería en plata, y muchísimos artesanos y emprendedores descubrieron así nuevas posibilidades de desarrollo.

 

Ilaria es hoy una gran empresa que sigue en el núcleo de la familia Ciabatti, pero que ha sabido manejarse con criterios de empresa moderna y eficiente al aplicar estartegias financieras, de márketing y comercialización bien pensadas. Cuenta con cerca de 40 tiendas y puntos de venta en Lima y provincias, genera muchos puestos de trabajo y le ha dado una nueva dimensión a la hermosa labor de los más de cien artesanos plateros y orfebres que realizan las piezas que vende la marca. Se suman a ellos talladores de piedra y de madera, quienes también han formado sus propias microempresas para entrar en la formalidad y poder generar, a su vez, puestos de trabajo. Toda una cadena productiva de manufactura y trabajo artesanal de alta gama, belleza y calidad.

LECCIONES DE EMPRENDIMIENTO

Ilaria Biondi de Ciabatti, suizo-italiana de origen y peruana de corazón, sencillamente se enamoró de la platería que producían nuestros artesanos en las dácadas de 1980 y 1990. Europa aún no estaba familiarizada con la artesanía latinoamericana, por lo que Ilaria hizo un trabajo de difusión en París, Ginebra, Milán y Madrid al llevar piezas a esas ciudades. “No fue nada de fácil. Hoy, Europa tiene mucho interés por todo lo que venga de Latinoamérica, pero entonces existía mucha desconfianza. Había dudas sobre la calidad de lo que pudiera venir desde un país en vías de desarrollo”, comentó la propia Ilaria al diario La Tercera, de Chile, en una entrevista del 2010.

 

Pero, durante los pirmeros a´ñois de 1990, cuando el país aún no se recuparaba de los terribles efectos del terrorismo, Ilaria decidió concentrarse en el Perú y empezó a diseñar joyas de plata para su amigas. Así, de manera casera, cotidiana, se dedicó a trasladar su buen gusto a piezas que encantaban y que hicieron que rápidamente las primeras clientas pasaran la voz y se multiplicara así la demanda de joyas bellamente realziadas por artesanos. En la misma entrevista que referimos, Ilaria destacó que, para crear sus diseños, “(…) A veces veo revistas y tomo ideas de ahí, o simplemente me pongo a crear y dejo que una cosa lleve a la otra. Sé que hay diferentes tipos de mujeres y trato de pensar en ellas al diseñar; pero, inevitablemente, termino imaginando cómo me vería yo con cada joya. También sucede que al interactuar con los artesanos nacen muchas ideas”. 

Es decir, un ejercicio de observación del mercado no solo local sino internacional; un entendimiento de la diversidad de clientes; un natural buen gusto y estilo, y el trabajo en equipo entre diseñadora y artesano para producir mejores piezas. Estas lecciones son importantes para todo aquel que quiera empezar un emprendimeinto. Otro dato importante: la marca Ilaria jamás ha renunciado a sus altos estándares de calidad. Con este criterio como norte, ofrece joyas de diversos precios, de modo que su rango de mercado es amplio y atendido con la misma excelencia en cualquiera de sus puntos de venta. 

 

A estas lecciones de emprendimiento hemos de sumar el interés de la marca por dar un espacio relevante a las mujeres artesanas de nuestro país. Por ejemplo, la línea “Étnica”, lanzada en agosto de este año, está producida 100% por mujeres orfebres, destacando así el rol de la mujer en un ámbito que solía atribuirse casi en exclusiva a los varones. ¡Y vaya si son hermosas las piezas de filigrana y diseño vanguardista que realizan! Todo un ejemplo de buen hacer empresarial.

 

Si quieres conocer más sobre los productos de Ilaria, visita su website ilaria.pe y su Instagram @ilaria.peru